Sunday, August 06, 2006

Drogadicción

He vuelto a caer en las drogas.

Pensé que nunca tendría que volver a decir esto, pero es así. Tras caer en la tentación de los porros, pastillas, éxtasis, MDMA, tripis, todo tipo de ácidos psicotrópicos, setas alucinógenas e incluso la heroína, habiendo sufrido todos sus problemas, y después de todo lo que me había costado superarlos decidí no volver a tomar ninguna de ellas.

Pero hace tiempo vino un amigo con una droga definitiva. Le hacía sentir como en una nube, como si no le importara nada de lo que pasaba a su alrededor. Se sentía jodidamente bien. Esa droga se llama felicidad.

Sus efectos eran claros, un positivismo exacerbado, omite totalmente el dolor emocional, sensación de flotación y da muchas energías.

Sorprendido tras los efectos, decidí que necesitaba probar esta droga. Me di cuenta de que era muy difícil encontrar alguien que te suministrara esta droga. Por más que busqué nadie me la suministraba. Así que con el paso del tiempo fui dejando de buscarla.

Pero hace cosa de un mes conocí casualmente a una camello que me suministró la felicidad más pura que se pueda encontrar en el mundo. Directamente inyectada en el corazón me produjo unos efectos muy fuertes. Si, es la droga más adictiva que hay en el mundo. Cada vez quiero más y más, necesito mi dosis diaria de felicidad. Menos mal que mi traficante de felicidad me la suministra a raudales, de forma totalmente altruista. Porque creo que no podría volver a soportar vivir sin felicidad.